¡Hola, hola! Hoy vamos a hablar sobre algo que nos incluye a todas como consumidoras dentro de la sociedad en la que vivimos. Frente a la situación que estamos pasando en relación al coronavirus, resulta incierto el panorama local y mundial que nos espera con respecto a la moda y la gran industria que se encuentra detrás de ella. Las invito a que reflexionemos juntas sobre la pandemia y sus consecuencias para nosotras como parte de este gran sistema.
Las ventas online
Desde la perspectiva de las marcas, el escenario es complicado porque esta situación las sorprendió a todas con la colección Otoño Invierno 2020 totalmente terminada y en puerta. Además de las bajas ventas por la llegada repentina de esta pandemia, estas aún tienen muchos problemas como la acumulación del stock, las deudas contraídas con proveedores, los alquileres y los sueldos que tienen que pagar, entre otras.
Algunas de estas empresas se adaptaron a la situación fabricando barbijos de tela o adaptando sus diseños para hacer frente a la amenaza que representa el virus. Sin embargo, la comercialización de los productos sigue siendo el mayor desafío.
Como respuesta a esta problemática y hasta que la reapertura del comercio físico sea una opción, el primer aspecto a destacar es la importancia de la venta online. Este sistema es el que estuvo salvando desde el primer momento a todas las marcas desde que nos sorprendió el coronavirus.
Sin embargo, esto presenta un desafío ya que no es un sistema confiable para todas las personas. Para lograr convencer al usuario de que compre por internet, se necesita tener perfectamente “aceitados” aspectos básicos como la información completa y detallada de los productos, tablas de talles, funcionamiento de los envíos y, por sobre todas las cosas, una buena atención post venta. Si bien casi todas las marcas tenían ya sus tiendas online, seguramente muchas tuvieron que volcar sus esfuerzos en hacer este proceso de compra mucho más efectivo.
Resulta lógico que, ante la creciente presencia de los consumidores en redes sociales, sea justamente allí donde las marcas tienen que encontrarlos y seducirlos para venderles. La creatividad es la clave del éxito en estos casos para lograr destacarse frente a la creciente oferta que hay hoy en internet.
Consumo consciente
Por otro lado, ante la obligación de frenar nuestros estilos de vida, también se vio afectado nuestro consumismo como sociedad. Esta situación de vulnerabilidad que nos tocó experimentar, a muchas de nosotras nos ayudó a poner en perspectiva las prioridades con las que vivimos nuestras vidas, y con ello nos planteamos temas como la sustentabilidad y el creciente consumismo con el que convivimos todos los días. Los impactos de este sistema capitalista los charlamos en el post “¿Quién hizo tu ropa?: Moda sustentable y consumo consciente”, articulo muy interesante si te interesa saber cuál es el verdadero costo de consumir prendas de grandes marcas que se destacan por vender a bajos precios.
Lo importante para destacar es que, ante la incertidumbre económica, muchas de nuestras compras se vieron más orientadas hacia la relación precio-calidad del producto, y qué necesitamos realmente comprar. Esto es algo que les digo siempre, y hoy más que nunca, insisto en que sepan elegir por calidad antes que por cantidad de prendas.
Sobre todo si estamos la mayor parte de nuestro tiempo en nuestros hogares, la moda no es una prioridad en estos momentos. Vestirnos para los demás ya no es posible, entonces comenzamos a mirar hacia adentro y tomarnos esta actividad para elegir lo que nos gusta y nos hace sentir cómodas de verdad.
El futuro de los desfiles de moda
Otro impacto del virus en la forma en que se vivía la moda son los Fashion Weeks (o la Semana de la Moda) y otros desfiles y eventos icónicos que se celebran año a año. Este tema venía siendo muy controversial incluso antes de la llegada del covid-19, por la poca sustentabilidad que representa el movimiento de miles de personas que se trasladan hacia las ciudades principales donde se celebran los desfiles.
En consecuencia, marcas como Armani ya había comenzado a tomar cartas en el asunto y realizó su último desfile vía web en marzo de este año. Esto plantea una nueva incógnita para el “después de la cuarentena”. ¿Será que el futuro de los desfiles de moda es online?
El objetivo que tienen todos estos planteos es la reflexión. Necesitamos hacer algunos ajustes en esta industria, como por ejemplo revisar la estructura y la forma de producción de acá en adelante. Pero también, como consumidoras, tenemos la responsabilidad de ser ese cambio que queremos, y apoyar en este difícil momento a las marcas que nos gustan y que valoramos. La mejor forma de hacer esto es comprando sustentable y ser conscientes del proceso que tienen atrás las prendas que consumimos.
Espero que les haya gustado este artículo, y les sirva para pensar y crecer durante esos meses tan complicados que nos obligan a mirar hacia adentro y reflexionar. Recuerden que en Instagram pueden encontrar más contenido que les puede interesar.
¡No reencontramos la semana que viene!
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