¡Hola a todas! Hoy vamos a hablar de los vestidos de novia y la gran industria detrás de ellos. Analizaremos el momento en que se comenzó a usar el blanco en las cortes europeas como código de vestimenta nupcial para las novias, y revisaremos la evolución del vestido de novia en los últimos 120 años.
El vestido blanco
Muchas de nosotras no podemos imaginarnos un vestido de novia de otro color que no sea blanco, pero esto no fue siempre así. A través de los años, el mundo de la moda nupcial ha seguido creencias, rasgos sociales, supersticiones y símbolos de poder adquisitivo.
Antes de que la moda del vestido de novia blanco se extendiera, las mujeres elegían el color de su atuendo según sus significados. Por ejemplo, el color azul fue muy usado en el siglo XVII y significaba “amor verdadero”. Luego se puso de moda el rojo, sobre todo en Oriente en países como India y China, donde todavía sigue siendo símbolo de prosperidad y felicidad.
Posteriormente, los tonos pastel fueron furor en el siglo XVIII, con siluetas inspiradas en túnicas romanas. Los bordados de estos vestidos demostraban la opulencia de la familia de la novia.
La primera dama de la realeza europea en llevar blanco para su boda fue Philippa de Inglaterra. Después otras novias la siguieron y así comenzó una moda que, en sus comienzos, se consideró acto de rebeldía ya que el blanco, en países como Francia, era considerado color de luto.
Finalmente, en el año 1840 cuando la Reina Victoria se casó de blanco, su majestuoso vestido causó tanta sensación que todas las mujeres de la nobleza quisieron imitarla. Así el color blanco se convirtió en todo un código de vestimenta para los años siguientes.
Vestidos de novia a través del tiempo
Muchas más modas se sucedieron desde aquel momento en el que el color blanco pasó a estar de moda en las cortes europeas.
Resulta interesante observar los cambios que sufre la forma de vestir, ya que ésta responde siempre a la situación social y económica de cada época. Por ejemplo, en épocas de guerras y crisis económicas, se tiende hacia una vestimenta más austera y simple. Por el contrario, en épocas de prosperidad, podemos ver los vestidos con todo lujo y esplendor.
De esta manera, los vestidos de novia se constituyen como una prenda de fácil lectura ya que nos permiten saber qué estaba sucediendo en la sociedad en cada momento de la historia.
A continuación, haremos un recorrido visual de los últimos 100 años, para ver la evolución del vestido de novia a través del tiempo.
1915
1925
1935
1945
1955
1965
1975
1985
1995
Actualidad
Afortunadamente, estas últimas décadas la moda ha tendido hacia la diversificación de estilos, y es por eso que hay tantas opciones como personas en el mercado. Desde vestidos largos, cortos, corte sirena, línea A, al cuerpo u holgados, bordados o sencillos, para civil, fiesta o iglesia. Existe una gran variedad de formas, colores, texturas y estilos están hoy disponibles para cumplir con las expectativas de cada mujer en este día tan especial.
Durante las últimas décadas, la industria nupcial creció y se diversificó a pasos agigantados. Hoy en día genera grandes ganancias en todo el mundo, en una gran variedad de rubros relacionados.
Una de las tendencias que impactaron en esta industria, es la manera en que muchos diseñadores de moda vieron la oportunidad diversificar sus creaciones y abrir el mercado para hacer a la moda nupcial accesible a todos los niveles socioeconómicos de la sociedad.
De esta manera, el mercado ganó gran popularidad y pasó a tener mucha relevancia a nivel comercial.
Hoy en día, vemos que el rubro de los vestidos de bodas creció tanto que ya tiene su lugar en la pantalla chica. Así es que programas de tv como Vestido de novia o Yo decido cuál vestido ya tienen su lugar fijo en canales de moda y lifestyle, logrando con éxito captar este nicho tan particular.
Los programas televisivos con temática de vestidos nupciales son variados: van desde las prendas de lujo hasta venta de vestidos usados, pasando por la comercialización de vestidos de outlet y con rebajas.
¿Cómo puedo ayudarte?: Mi rol como asesora de imagen
Si estas en la búsqueda de un vestido de novia, sabrás que resulta un poco abrumador decidirse por sólo uno para ese día tan especial. Es por eso que ser fiel a tu estilo personal es el mejor camino a la hora de decidir.
Para aclarar el panorama suele ser de gran ayuda hacer un test de estilo, herramienta que uso muchísimo en las asesorías de imagen personales. De esta manera, ayudo a cada clienta a conocer cuál es su imagen interna y definir la forma en que quiere proyectarse. Teniendo claros estos conceptos resulta mucho más sencilla la elección.
Otra herramienta muy valiosa a la hora de elegir un vestido de bodas, es el uso de la morfología corporal para guiar la elección hacia las formas y siluetas que más favorecen el equilibrio visual de cada tipo de cuerpo.
Como pudimos ver en este post, la industria nupcial es muy grande y diversa. Este negocio sigue creciendo cada día más y siempre se encuentra en constante cambio y evolución.
Es interesante poder observar la manera en que el rubro de los vestidos de novia logró democratizarse, haciéndose accesible a todas las clases sociales con opciones adaptadas a cada necesidad.
Si te estás por casar, recordá que lo más importante a la hora de hacer tu elección es que, sin importar tu estilo o tu tipo de cuerpo, elijas el vestido que más te guste a vos, y en el que te sientas 100% cómoda y libre de ser vos misma en ese gran día.
Espero que les haya gustado el tema de hoy ¡nos reencontramos en el próximo post!
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